GALLETAS DE AVENA

 

La verdad es que como de casi todo, pero nunca había sido muy aficionada a productos integrales o cereales que fueran distintos a los habituales. 

Hace un año necesitaba fibra y me recomendaron avena para desayunar. La compré y no me gustó nada ni echada en la leche, ni en el café, para mí era un suplicio comerla, así decidí hacer unas galletas con ella para no tirarla y ¡mira por donde, me gustaron!

Así que aquí os dejo una sencilla receta y rica de galletas de avena. Se hacen muy rápidamente.

INGREDIENTES

Podéis hacer la mitad por si no os hacen tilín (estoy segura de que os gustarán), sobre todo la primera vez, para ello usad la mitad de lo que os ponga de cantidades.

- 450 grs de avena

- 250 grs de mantequilla ( o margarina si no tenéis mantequilla o la preferís)

- 250 grs de de azúcar

- Un poquito de sal ( una media cucharilla de las de café como mucho)

- 1 cucharadita de café de canela, rasa

- 2 huevos

- 1 cucharadita de levadura

- 150 grs de harina de trigo.

ELABORACIÓN

Pesáis la avena

En el microondas deshacéis la mantequilla. ¡Cuidado!, tapadla y ponerla menos de un minuto o uno, se deshace enseguida

Mezcláis la avena con la mantequilla, igual que si fuerais a hacer la base de una tarta de galletas

Batís los huevos

Y echáis la sal, el azúcar y la canela

Lo mezcláis

Luego echáis el huevo con el azúcar, sal y canela encima de la avena que se había previamente mezclado con la mantequilla.

Le echáis por último la levadura y la harina

Mezclais y se forma una pasta pegajosa

Con una cuchara vais cogiendo porciones y poniéndolas sobre papel de horno. Como es pegajosa la masa, con un dedo la vais empujando de la cuchara al papel de horno.

Os quedará así, no os preocupéis en que sean deformes, vamos a aplastarlas ahora y os enseño.

Con un trocito de papel de horno que habréis cortado en forma de cuadrado o rectángulo, vais a aplastar las galletas. Eso es para que queden crujientes y se hagan. No lo podéis hacer con la mano porque esta masa es muy pegajosa y no tiene nada que ver con las masas de harina.

Se hace rápidamente, solo tened en cuenta que tendréis que dejar espacio entre una y otra cuando las echáis desde la cuchara. Ya veis que una vez aplastadas ocupan más sitio, como es normal.

Se meten al horno a 180 grados arriba y abajo durante unos 20 minutos, depende del horno, cuando veáis que están doradas. 

Son crujientes y ricas, la verdad.