Me he retrasado un poco, jijiji. En febrero os dije que os colgaría esta receta sencilla y estamos en otoño. Pero bueno, más vale tarde que nunca. Aun ayer vi fresas en el súper.
El título lo dice todo, porque esos son los ingredientes. No necesita horno ni que cuaje. Un poco de frigorífico y que se enfríe la mermelada casera.
INGREDIENTES
Para la mermelada
- 350 grs de fresas
- 350 grs de azúcar
Para la base
- 1 paquete de galletas aproximadamente
- 150 grs de mantequilla o margarina
Para el contenido
- tarrina y media de queso cremoso (sobre 300 grs)
- 350 grs de leche condensada ( aproximadamente es la mitad del bote grande)
- 400 ml de nata
- 3 cucharadas soperas de azúcar
ELABORACIÓN
Lo primero es hacer la mermelada. Se quitan los rabos a las fresas, se lavan, cortan y se ponen con el azúcar en un cazo. En poco tiempo se hace. Se van dando vueltas. Tengo la receta en el blog
Mientras se trituran las galletas. Se derrite la mantequilla y se mezcla con las galletas molidas. Se cubre el molde. Si no lo cubre bien se muelen algunas más. Lo mismo digo con la mantequilla o margarina.
En un bol se mezcla el queso con la leche condensada. Se monta la nata con el azúcar y se añade en movimientos envolventes, no muy enérgicamente o correremos el riesgo de que baje esta especie de mousse.
Se ha formado una especie de crema que echamos sobre la base de galleta.
Una vez que esté la mermelada fría se cubre la superficie echando montoncitos y con un palillo o con algo con punta hacemos círculos para que la mermelada se mezcle algo con esta crema de nata, leche condensada y queso.
Ya está.
