Hay infinidad de recetas de tartas de queso, al horno, sin horno, con más o menos ingredientes y tienen en común el que están muy ricas todas.
Yo hoy os voy a colgar una que he hecho en estos días, fácil, como casi todo lo que suelo exponeros porque pretendo que la cocina se vaya introducción en uno de los hobbies que disfrutéis y, desde luego, que el cocinar no se convierta en una pesadilla.
INGREDIENTES
- 1/2 kg de queso crema tipo philadelphia ( 2 tarrinas)
- 250 ml de nata líquida ( yo cogí de la de montar)
- 175 grs de azúcar
- 3 huevos grandecitos
- 1 cucharada sopera colmada de harina.
- margarina y harina para untar la base
ELABORACIÓN
Se bate la nata con el azúcar y los huevos ( yo lo batí con batidora). Se añade el queso y se vuelve a batir. Se echa la cucharada de harina y se bate por última vez.
Untáis el recipiente donde lo vayáis a hacer con margarina y harina y echáis el líquido resultante de batir todos los ingredientes.
Se mete en el horno a 170-180º durante 40 a 50 minutos ( depende del horno), más bien 50, pero vigilarlo.
La tarta la tenéis que dejar enfriar, no sólo a temperatura ambiente, luego la tendréis que meter en el frigorífico unas horas, incluso está mejor al día siguiente, porque se asienta, toma consistencia. Lo digo porque no pudimos sustraernos a la tentación y la comimos en cuanto estuvo templada. Así es más difícil de cortar como es debido, está más blanda y difícil de coger porciones. Lo que quedó de la tarta, poco, porque éramos dos, pero uno muy golosón, la comimos al día siguiente y estaba de vicio. Además en estos días veraniegos, fresca sabe mejor.
Os diré que estos son los ingredientes de una famosa tarta de queso de un establecimiento del País Vasco y la sacan del horno "bailando", es decir, se mueve por el centro como si no estuviera del todo cuajada, pero se "asienta" o espesa cuando se enfría, de ahí las horas de frigorífico.
