sábado, 3 de marzo de 2018

GALLETAS DE NATA DE BETTY (Tres ingredientes)




Aquí estamos, una vez más, intentando haceros fácil la cocina. Bueno, el mérito no es mío, desde luego, pero si una se va enterando de recetas sencillas, pues las pruebo y si me gustan las cuelgo.
Éste es el caso. Resulta que los moteros somos muy colaboradores, incluso a la hora de compartir recetas, así que la receta de las galletas de nata de Betty me las proporcionó una motera de dicho nombre. Como yo no puedo por menos de agradecer todas las colaboraciones, las he llamado así. 
En el blog tengo otra receta de galletas de nata, que podéis probar, pero para empezar, ésta es tan sencilla que podéis hacerlas primero.
Diré que son galletas de tacto durito, de esas que crujen, como a mí personalmente me gusta eso, aquí os las dejo.
Son sólo tres ingredientes y seguro que en un momento de "vicio" las podéis hacer porque no necesitáis ir al supermercado porque los tenéis todos.

INGREDIENTES

- Aproximadamente 250 grs de harina 
- 200 grs de azúcar
- 200 ml. de nata

ELABORACIÓN

Mezcláis el azúcar con la harina y luego la nata. Amasad primero en el recipiente que tengáis, luego enharináis un poco la encimera ( ¡limpísima, cochinotes, que si os ponéis con diarrea no es culpa de nadie, sino de las bacterias!). Si veis que la masa es floja, que se pega, echáis algo más de harina, poco y luego más si es necesario, hasta la que admita la masa. Ya sé que muchos vais a decir que qué es eso de lo que admita la masa, pues es cuando la masa se deja manejar sin pegarse, hasta que se puede hacer una bola. Amasadlo bien, cuanto más se amasa siempre es mejor. Tampoco es necesario que os dejéis los higadillos ni los biceps.
Esa bola se envuelve en un film y se mete en el frigorífico a reposar media hora ( la harina es vaga, siempre necesita su siestecita). Pasado ese tiempo, que resulta interminable por las ganas de hincarle el diente a las galletas, se extiende con un rodillo ( una botella de vidrio si no se tiene rodillo). Ha de quedar algo gordita para que tenga algo de altura cada galleta. Se corta con los moldes y si no tenéis, pues con un vasito pequeño, tacita, etc, la forma sólo es para hacer bonito. Sí es verdad que con los moldes, al ser huecos por los dos lados se desprende mejor la masa cortada, así que a comprarse moldes en un chino, o en un español, que todos somos de Dios y hay que vivir.
Se ponen en la placa de horno. Yo tengo unas láminas de silicona para el horno ( es la roja de la foto y que no se peguen, si no, el remedio de toda la vida, un poquito de margarina y harina en la placa.
Se meten al horno precalentado previamente, entre 170-180º durante quince minutos. No las dejéis poner muy tostadas porque al no llevar aceite, mantequilla ni levadura, estas galletas se endurecerán demasiado. Por ello vigilar y, como siempre, OJOOOOO, cada horno es un mundo y lo mismo se os hacen antes o algo más tarde, pero no mucho más, así que no os despistéis. Cuando las saquéis colocadlas en una rejilla hasta que se enfríen ( se enfrían enseguida).
No me digáis que no me quedaron monas, daba pena comérselas, sobre los ositos que recuerdan a la niñez; pero ya sabéis, en el fondo todos somos unos ogros en el cuento de la vida y la gula es la gula...duraron lo que dura un caramelo en la puerta de un colegio, jijiji.

















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