Lo bueno de las rosquillas es que si se meten en un recipiente con tapa: lata, bote de cristal o plástico, duran un montón.
Son muy fáciles de hacer, quizás sean algo pesadas porque dar forma una por una es lo que cuesta. Pero vosotros podeis.
Una vez más, recuerdo que hablo en neutro ( vosotros= vosotros y vosotras). Mis recetas van dirigidas para todo el público que me quiera seguir sea del sexo que sea y sea de la edad que sea.
INGREDIENTES
- 8 cucharadas colmadas de harina de trigo ( cucharadas de sopa) ( colmadas = con copete = con propina)
- 10 cucharadas rasas de harina de maíz ( es decir, nada de propina)
- medio sobre de levadura
- 2 cucharadas de azúcar
- 4 cucharadas de leche
- 3 cucharadas de aceite de girasol
- 1 huevo
- 1/2 copa de anís ( un poco menos de medio vaso de agua)
- ralladura de la piel de medio limón
- aceite para freir
- azúcar en polvo para echar después de fritas
ELABORACION
En un bol se mezcla la harina de trigo, de maíz y la levadura. Se añade el huevo, el azúcar, la leche, el aceite, el anís y las ralladuras de limón. Osea, todo. Se mezcla. Se echa en una mesa harina esparcida para amasar y que no se pegue en la mesa. Se echa sobre la mesa la masa mezclada en el bol y se empieza a amasar bien.
Se deja reposar media hora
Luego se cogen porciones pequeñas y se da vueltas con las dos manos como si fueramos a hacer un churro.
Se unen los extremos dando la forma de rosquilla y se frie en abundante y caliente aceite. Cuando se van sacando se van rociando con azúcar en polvo o glass ( se puede hacer con azúcar normal y se pasa por una batidora)