- 1 litro de nata líquida
- 1 tarrina de queso Philadelphia
- 2 sobres de cuajada
- 1 vaso de azúcar
- 1/2 vaso de leche
- 1/2 vaso de café sólo
- azúcar para hacer el caramelo
ELABORACIÓN
Se hace caramelo en una sartén o cazo pequeño antiadherente ( sólo echar el azúcar y cuando coja color dorado se retira) y se echa sobre cualquier recipiente que resista el calor del caramelo. El caramelo queda duro en el fondo, pero luego se deshará.
Se mezclan todos los ingredientes, salvo la cuajada, el café y la leche: nata, queso y azúcar, se baten con una batidora.
Se pone en una cazuela la mitad del batido de nata, azúcar y queso. Se pone al fuego, se remueve continuamente para que no se pegue en el fondo. Cuando empieza a hervir se echa la leche con un sobre de cuajada diluida en la leche, se mueve otro poco hasta que vuelva a hervir y se retira del fuego. Se echa en el recipiente donde pusimos el caramelo. Se deja enfríar y que cuaje un poco ( media hora al menos).
Se vuelve a poner un cazo con el resto de la nata, azúcar y queso ( la mitad que queda). Se pone al fuego y se remueve hasta que vaya a hervir, entonces se echa el café con el otro sobre de cuajada diluida. Se echa con cuidado sobre el anterior que hicimos.
Se deja enfriar a temperatura ambiente y luego, cuando ya no esté caliente, se mete en el frigorífico.
Aunque yo lo llamo tarta de don Julio, en honor a un amigo, es más parecido a un flan, aunque no lleva huevos.
Esto de poner la mitad con café se me ocurrió porque me gusta el café. Queda muy suave y rico.
Tenéis la receta de la tarta de un solo sabor por mi blog. Evidentemente, al no tener que esperar a que se enfríe la primera capa, porque sólo hay una, es más rápida de hacer, pero esta variante con dos sabores os gustará.